Ya está a la puerta de casa, como quien dice, la feria de Palencia, la bella desconocida, adjetivo tomado no de la ciudad sino dirigido a la vieja catedral asentada sobre las venerables piedras visigóticas que albergan al patrono de la ciudad San Antolín. Y en esta ocasión la empresa adjudicataria del coso de Campos góticos, al que se tuvo en candelero por aquello de su nombre y fue convocado hasta un concurso para que cuantos lo desearan aportaran el nombre para el cómodo y moderno coso cercano a la carretera de Astudillo, ha programado una novillada con picadores y cinco corridas de toros, una de ellas de rejones. SEROLO TÉBAR LIÉBANA, el grupo empresarial encargado de poner en marcha y ejecutar la programación ha distribuido las corridas entre los días 31 de agosto y 1,2,3 y 4 de septiembre, con especial hincapié en el día del patrón San Antolín, 2 de septiembre, anunciando a Ponce, el Fandi y Manzanares con toros de Juan Pedro Domecq.
Sebastián Rodríguez y su hijo Carlos ahí están intentando colocar una pica en Flandes, completando unos carteles muy dignos, rematados y de atracción y gusto para muchos aficionados. Pese a las extraordinarias dificultades económicas por las que todos estamos atravesando en estos momentos, y los toros como no podía ser menos, un espectáculo tradicional que se resiente de los condicionamientos financieros y económicos, están en el ojo del huracán de la crisis, la empresa que dirige Sebastián Rodríguez aporta un año más su experiencia, su buen hacer y su aptitud para dotar a Palencia de una estupenda feria taurina que obligue al aficionado a pasar unos días junto a las buenas gentes de esa ciudad castellana. Tiene el lector aquí al lado mismo, en la sección de eventos, el cartel completo de los festejos de la feria.
Siempre me ha sorprendido encontrar en los tendidos de Palencia cuando las tareas informativas me han acercado a sus festejos taurinos, varios grupos de personas, chicos y chicas, jóvenes y parejas maduras ataviadas con sus prendas festivas, acompañadas de charangas musicales que dan al momento de ir a los toros una animación inusual y que pueblan los tendidos entre jolgorios, cantos, meriendas y alegría. Incluso aparcando sus vehículos pintados y decorados con los más variopintos motivos: Ahi están los ejemplos de la Peña «El Ruedo» o «La Filomena» como capté con mi cámara para recuerdo y ejemplo explicativo de cuanto digo.
Si a ello se añade además que el público soberano de Palencia y sus alrededores acude a los toros, el aforo de la plaza siempre presenta un aspecto admirable, sustancioso para la empresa, beneficioso para todos en general.
Por último quiero destacar la labor del equipo humano y profesional que se halla en estos momentos al frente de la organización, con el trabajo directo siempre, llegando hasta la más nimia actividad, colaborando los directivos empresariales con los trabajadores de rastrillo, pala y manga riega cuando lo precisan. Un ejemplo palpable lo viví el año pasado cuando tras caer una tromba tormentosa a mediodía que anegó el ruedo y estuvo a punto el agua de suspender el festejo por afectar a la consistencia del piso del ruedo, hasta Sebastián cogió un rastrillo para adecentar el maltratado albero, y hora tras hora trabajando todo el personal, se llegó a celebrar la corrida en las mejores condiciones posibles. Daba gloria ver al mismo empresario de la plaza trabajando en las tareas más humildes y sencillas, entre sus propios empleados contratados, siendo uno más de los trabajadores y dándole al marro con fuerza, entrega y servicio.
Esos empresarios que saben lo que tienen entre manos, que conocen las exigencias del público pero que también conocen perfectamente lo que puede dar de sí un contrato, una persona, un equipo, son hombres y mujeres que dedican su tiempo a las actividades taurinas, a dar toros, a creer en unos festejos singulares, raíz y fundamento de carácter español. Y Sebastián Rodríguez y su hijo Carlos siempre en la línea del buen hacer son de esos. ¡Mucha suerte en Palencia!
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