Hace unos meses cuando los aficionados de Sevilla se quedaron a dos velas en una feria de abril sin figuras, como se dice en el argot, en ocasiones figuras de papel, sin trascendencia ni aportación sincera a una profesión de vida que debería estar por encima de tantos y tantos intereses contrapuestos para dar el paso adelante en aras de la promoción y muestra orgullosa de la Fiesta de los toros en España, la Maestranza de Caballería y sus popes de la grandeza pusieron la cartelería en marcha, dando explicaciones entre lamentos, llantos y lloriqueos por la grieta y fuga de agua económica que rajaba los cimientos de la Feria de abril torera y taurina de Sevilla.
Claro que los aficionados no se merecen esto. No. Quienes están en la cresta de la ola cada temporada tienen sobre sus hombros la confección redonda de los festejos y garantizar su presencia en el ruedo para deleite de quienes pagan religiosamente el tendido por verlos, aplaudirlos, reconocerlos, respetarlos… Ahora la visión se ha vuelto ciega; el aplauso silbido; el reconocimiento, rechazo; y el respeto, duda.
No es posible que un año más se hurte a los espectadores del venerable recinto taurino de la Maestranza de la presencia de quienes la demanda reclama. Y Sevilla reclama, por ejemplo a su Morante de la Puebla, torero que personifica una realidad con su línea escueta de rechazo a confirmar su presencia vestido de luces en la plaza de su tierra por aquello de la falta de entendimiento. Y como un parche por lo que digan llaman a Espartaco en una milagrosa resurrección para dar la alternativa a Borja Jiménez.
Y mientras los aficionados ven con perplejidad la decisión unánime y mayoritaria del grupo especialísimo del toreo, excepción hecha de uno de ellos, hurtándoles no estar en la próxima Feria de abril, porque en ocasiones como la comentada es cicatero, inútil, pobre, miserable y ruin el mundo de los toros. Más ahora cuando ya la guerra de papel ha sido declarada con los comunicados hechos público por la llamada Fusión Internacional de la Tauromaquia.
Escudarse en la afición de Sevilla y el interés de los abonados es un tiro al aire cuando la empresa antepone su lógico interés mercantil. Y echar culpa a foráneos venidos de otras tierras, a especulaciones, a idas y a venidas, es una explicación hipócrita y dañina.
Para la mayoría silenciosa de los aficionados ya está bien de guerras y desencuentros, pero a Pagés, a los maestrantes y a los toreros habría que recordarles el dicho que los trapos sucios se lavan en casa. A ver si resulta que quienes tienen la sartén por el mango en el espectáculo de los toros no ponen nada de su parte para protegerlos y encauzarlos, al tenerlo como algo suyo, habitual y propio, pero para hacer de su capa un sayo, aunque en este caso y dada la cercanía de la semana santa, casi todos han hecho mangas y capirotes..

Un año más continuará la zozobra sevillana y la grieta de la Maestranza seguirá sangrando y supurando. Y ¿no va a haber nadie capaz de terminar con esto?. ¡Qué pena!.
MARÍA GLEZ, AFICIONADA dice
Un pena otro año más tener que tragar con lo que nos echen en la Maestranza …..
Al final la culpa la tiene el público en general, que se queda tan ancho si le ponen a cualquier torero algo mediático, y como esto está montado para el público porque del aficionado no se vive ….Así ganan todos.
El torero se lleva lo suyo que es más bien poco ( comparado con lo que se llevaría el Juli por ejemplo) pero para lo que va a hacer bastante es; el empresario se lleva lo suyo, que es la demasía que no ha pagado por el Juli y el público ve por ejemplo a Ribera Ordóñez que es tan mono y su madre era tan guapa ….
Y total, al público en general le da lo mismo quien esté en el ruedo mientras tengan su tarde hecha entre pescaito fino y volantes …
Pero y que decir de los maestrantes….Figura rancia y anclada en el pasado que por ello se sienten intocables. Que se llevan el 23% más o menos de los ingresos generales, si quitas el 21% q se va en el IVA…de 100 tocan a 56 para repartir entre empresario, ganadero. torero y así hasta llegar a pagar al torilero …. Algo tiene que cambiar en el reparto de beneficios y mucho se tiene que limar el público en general …..