Los monumentos de la Plaza de toros de Las Ventas de Madrid han aparecido manchados de tinta como ayer lo sufrieron los monumentos taurinos de Valencia, de Salamanca, de Sevilla, de Tordesillas… en el mismo día que da comienzo la feria de San Isidro. Se ve que los talibanes antitaurinos últimamente castigados por la justicia cuando sus excentricidades se salen de madre y fomentan el odio y la inquina contra las personas no tienen otra cosa que hacer ni a qué dedicarse salvo seguir con su matraca animalista loca, violenta y plena de animadversión a la fiesta más grandiosa española que vieron los siglos, la de los toros.
La bazofia dirigente que permite estos escraches con la sonrisa y el apoyo, sin aplicar las normas justas de convivencia merecen la reprobación de los ciudadanos de bien. Pero a estos les importa un comino los toros, las vacas y el trabajo. Solo les interesa la subvención, la algarada, el vivir parásitos económicamente de la sociedad y mostrar su disconformidad ahora con el bote de pintura pero mañana con la pistola o el kalahsnikov. Estos que se llenan la boca de «amigos de los animales» y contra la tortura no dudan en saquear todo, ensuciar, manchar y creer que de esta manera ganarán la guerra, cuando los toros están muy por encima de ellos mismos y la fiesta más todavía.
Este odio a los toros, a la belleza de una fiesta singular, única e irrepetible, aplicando violencia sin que vea respuesta como merece, es síntoma más que evidente que esta sociedad precisa de una catarsis más que imprescindible.
Desde el Consejo de Gobierno de la Federación taurina de Valladolid mostramos la repulsa por esta vandálica acción e instamos a las fuerzas y cuerpos de seguridad a que protejan en su integridad todas las manifestaciones de la Tauromaquia, al ser la actividad contra la que los animalistas vomitan sus actos de odio e invectivas violentas.
Fotos:Francisco Martín
María dice
Esto ya es vergonzoso que sepan que yo el domingo estaré en Valladolid y el 28 en Madrid