Dar trigo y predicar con el ejemplo es una tarea en la que las empresas taurinas tienen que embarcarse con mayor o menor proyección si quieren que siga existiendo la fiesta de toros, al menos tal y como la conocemos. Taurodelta, una empresa puntera en la que varios empresarios taurinos conocedores profundos de esta profesión y expertos aficionados a los toros, saben qué hacer en los momentos en que más se precisa su clarividencia, sensibilidad y acción. El ejemplo lo tenemos ahora mismo bien claro con José Antonio Martínez Uranga y su hijo Manuel por citar la cúspide de esa pirámide en la que se incardina la empresa que regenta, entre otras, la plaza de las Ventas de Madrid. Y sin olvidarme de Simón Casas ni Antonio García «Matilla» en el empuje de este difícil y complicado carro de la primera plaza del mundo. De acuerdo con lo comprometido en la oferta para la explotación de la Plaza de Las ventas se ha cerrado la programación de festejos menores en la Comunidad de Madrid, en la temporada 2013 que suponen un coste cercano a los 200.000 euros y que consta de 13 novilladas sin picadores y 10 clases prácticas, todas ellas para la promoción y el programa de estudios de las cuatro escuelas taurinas en la Comunidad.
De las trece novilladas sin picadores, ocho están enmarcadas en el programa Camino hacia Las Ventas y se celebrarán en los municipios de Navacerrada, Valdelaguna, Collado Mediano, Chinchón, Villa del Prado, Collado Villalba, Miraflores de la Sierra y Humanes. En todas ellas participarán alumnos de las distintas escuelas y los mejor calificados actuarán en la final que se celebrará en Las Ventas en festejo matinal dentro de la Feria de Otoño. Además de estas ocho novilladas, se celebrarán cinco más para los alumnos de la Escuela Marcial Lalanda en Perales de Tajuña, Tielmes, Guadarrama, Pinto y Los Molinos. Todos estos festejos se harán realidad entre los meses de julio y octubre.
También los municipios de Fuentidueña de Tajo, Buitrago de Lozoya, Sevilla La Nueva, Hoyo de Manzanares, Pedrezuela, San Martín de Valdeiglesias, Villanueva de Perales, Ciempozuelos, Valdaracete y Moralzarzal tendrán sus clases prácticas para los chavales que empiezan.
Doscientos mil euros dedicados a este menester no es cantidad baladí ni mucho menos despreciable para llevar a los pueblos madrileños a chavales que quieren ser toreros y que de esta forma obtendrán sus proyección y su oportunidad innegable, en la creencia de alcanzar mejores cotas en el mundo y en la propia vida de la Tauromaquia.
En fin, la noticia es acogida con gran alegría sobre todo y especialmente por cuantos se dedican a la promoción de escuelas y chavales que quieren ser toreros, especialmente ahora y en estos tiempos en que las novilladas sin caballos casi han pasado a mejor vida en las ferias de muchos pueblos. Es un amplio abanico de chiquillos que tienen metida en su mente la ilusión y la grandeza de ser torero y aquí tendrán su oportunidad. Por ellos, y en su nombre, hay que reconocer el esfuerzo de los gestores, de los empresarios de Taurodelta, sin olvidar ni dejar de lado el conocimiento de la Comunidad de Madrid para echar también una mano a este fenomenal proyecto que ya empieza a ser una realidad. Ese es el camino y no queda otra.
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