Siempre que sopla el viento por las salitrosas y pinariegas tierras donde está el Raso de Portillo, la antigua y señorial ganadería de Gamazo, es preciso cobijarse a la abrigada de tapias, en tanto los toreros deben afrontar dos problemas, el de la lidia del animal y el desarme y desamparo como consecuencia del aire. Tal sucedió esta mañana en una nueva jornada del Certamen de tentaderos en el que el novillero de Guadalajara, Álvaro Sánchez, se alzó con la mejor puntuación de los participantes, al obtener 46 puntos de las cinco actas que valoraron su toreo. Diego Luna, el novillero de Villalpando, obtuvo 44 puntos ante la exigente erala que abrió plaza y tienta.
Se han lidiado seis novillas de Gamazo, bravas y encastadas, nobles y con mucho fuelle y exigencia en general, dos de ellas de bandera en esta mañana de sábado con mucho público seguidor en las tapias y garigolo de la ganadería. Ha presidido la tienta dos de los ganaderos de la Casa Gamazo, Mauricio y Juan Ignacio, este último ataviado con la ropa y sombrero calañés propia de aquellos antecesores suyos, Trifino y Germán, nombres evocadores de una cabaña ganadera, la más antigua del registro español, cuya gerencia corre a cargo en estos momentos de uno de los símbolos de la saga, Íñigo Gamazo. Juan continúa manteniendo la liturgia que siempre ha habido en esa casa ganadera de bravo y así la inculca a sus hijos, mostrando siempre con orgullo las tradiciones taurinas que siempre han imperado en ese Quiñón de Valdés de tanta raigambre y singularidad. Por no faltar no faltó ni la encomienda con oración a lo Alto porque todo saliera con bien en esta mañana de abril.
Mauricio tomaba notas del comportamiento de sus reses en el cuaderno de madres para determinar si alguna de ellas era acreedora de tal distinción, tras comprobar el comportamiento ante el caballo, en el capote y en la muleta.
No faltó tampoco la mirada escudriñadora de quien es el mayoral de la explotación, Rafael Agudo, uno de sus hijos “Titi” estuvo encargado de picar las vacas, así como las sentencias dichas con veteranía y acierto, sobre todo dirigiéndose a los chavales que aspiran a ponerse delante de un toro el día de mañana.
La dirección de la tienta corrió a cargo de Santiago Castro “Luguillano”, en tanto Herminio Chaca daba las órdenes de cambio e intervención de los toreros tras cuatro series administradas a las eralas.
Bastante público se dio cita en la plaza de tientas que asistió respetuoso y saboreando la jornada taurina, aplaudiendo en algunas intervenciones de los novilleros y ovacionando con fuerza al acabar el tentadero a los ganaderos.
La clasificación en la mañana de hoy ha quedado de la siguiente manera:
Diego Luna, de Villalpando, 44 puntos.
Álvaro Gamo, de Guadalajara, 36 puntos.
Álvaro Sánchez, de Guadalajara, 46 puntos.
Jonathan Aguado, de Valladolid, 27 puntos.
Ramón Meñaca, de Santander, 27 puntos.
Yumar Nieves, de Burgos, 31 puntos.
Justo al terminar y cuando se hacía el cómputo de las actas, el turbión de agua de lluvia se desató con fuerza lo que obligó a una retirada rápida del lugar, pero no sin reconocer y agradecer las buenas formas, colaboración y deseos de esta familia, la de Gamazo, llena de deseos taurinos y que a su manera fomentan y apoyan la fiesta de los toros.
(El próximo tentadero se anunciará oportunamente y se comunicará personalmente a los participantes)
Reportaje gráfico: José Fermín Rodríguez.
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