Aunque dejando escrito un «pero» del público madrileño que tanto alardea de acudir al templo de las Ventas, y en este serial no haya asistido con más decisión salvo en las dos corridas en que intervenía Roca Rey.
La organización modélica, hecha con gusto ofreciendo una feria variada, con toros muy serios, y carteles rematados para gustar la forma de torear de los actuales espadas.
La suerte de haber podido verla por televisión, al ser retransmitida en directo por Movistar, es una de las cuestiones importantes, vitales para la promoción de la fiesta de toros.
Hay que felicitar a la empresa salmantina de Funciones taurinas, cuyo equipo ha sido capaz, en estos tiempos de dificultades, de ofrecer una feria de San Isidro tan importante, pero que necesita del apoyo del espectador para que acuda a poblar los tendidos, pues sin esa aportación de la localidad es muy difícil concretar las ferias.
Sin duda ninguna la labor del equipo médico que dirige el doctor zamorano Enrique Crespo, heredero de aquel profesional inigualable e inolvidable Crespo Neches que encumbró la cirugía taurina a una especialidad médica singular y aceptada por todos.
Vistalegre, un palacio deportivo inmenso, donde también pueden darse toros con comodidad y a resguardo de lluvias y vientos, ha quedado marcado por la importancia del sitio para la promoción de la fiesta de toros en tiempos de dificultades.
Dar toros, tarea ardua, difícil y complicada pero que gracias a cuantos aman de verdad esta vocación, la belleza de la fiesta sigue, persiste y pervive aunque sea en tiempos de pandemia.
Enhorabuena y gracias como aficionado.
Foto: Fermín Rodríguez /Archivo
Deja una respuesta