No puede ser y además es imposible que se echen festejos para adelante con un ruedo impracticable a causa de la lluvia, en un auténtico barrizal deslizante, peligroso para la integridad de los toreros, aunque las ganas sean muchas, los intereses más y la programación televisiva mande. Y lo digo con conocimiento de causa, de haber pisado el mismo albero de Fuentesaúco antes de empezar la novillada final del Circuito que la Fundación toro de lidia ha puesto en el escaparate. Los turbiones de lluvia que cayeron durante buena parte del festejo pusieron impracticable el equilibrio de los novilleros participantes en el mismo, siendo un auténtico patatal regado en el que mantener y evolucionar en los movimientos ante la cara de los novillos resultó una auténtica machada de los tres participantes.
Mario Navas; Ismael Martín y Daniel Medina se han fajado con un encierro bravo, cuajado y encastado tanto de Valrubio (1º, 5º y 6º) como de Santiago López Chaves (2º, 3º y 4º), aplaudidos en el arrastre y a los que los muchachos lograron desorejar. Mario cortó oreja y oreja; Ismael oreja y oreja y Daniel Medina, dos orejas y oreja. Daniel Medina fue declarado triunfador de esta final y a él le entregaron el galardón que la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León y la Fundación del Toro de lidia ofrecieron.
Importante la labor desarrollada por todos cuantos esta tarde han intervenido en la lidia, recibiendo achuchones, caídas, golpes, cogidas sin lesiones graves y lidiando descalzos porque ir con zapatillas era rayar en el patinaje artístico.
A mi juicio esta novillada debería haber sido aplazada, más que nada por el estado del piso del ruedo que no garantizaba la integridad de los lidiadores. Hoy no era el día de la final. Pero se celebró y el mérito elevado está en quienes la han hecho posible. Torear en este barrizal es contrario a razón y prestigio de lo que significa y debe significar la Tauromaquia, pero también da timbre de atención ante estas circunstancias negativas para la integridad de los profesionales. Porque, qué se diría si alguno de los novilleros o subalternos hubiera resultado cogido gravemente por una res a causa de las condiciones del ruedo. Habría que escucharlas.
La Gran final llegó a buen puerto y a ella se impuso por méritos y ser el más destacado de la terna en ambas faenas, Daniel Medina. ¡Enhorabuena!.
Foto: «Novilladas sin»/ Circuito novilladas/Archivo Federación
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