Nava de la Asunción, pueblo segoviano y Candeleda, el abulense del valle del Tiétar, conocidos ambos por los toros que corren por sus calles en las fiestas patronales en honor de la Virgen de Chilla, el de Ávila y del Santo Cristo de la Expiración el de Segovia son dos localidades que han tenido muestra del toreo popular llevado por «Tororecorte», una de las empresas dedicadas a esparcir por todos aquellos sitios en donde se les requiere los saltos, quiebros, cortes y recortes con reses bravas en un espectáculo seguido con interés y atención por muchos espectadores que llenan prácticamente los tendidos de sus plazas.
Otra de las empresas grandes dedicadas a este menester es Toropasión, en estos precisos instantes, dedicada a la exhibición en el coso de la Misericordia de Zaragoza de su programación taurina, llena de interés y buen hacer por el equipo humano que integra su organización.
Ambas, Tororecorte y Toropasión, han intentado acercar los toros populares a la gente de los pueblos especialmente en esos lugares en donde antes existían particulares que daban a su forma y manera particular la versión del espectáculo. Ejemplos varios hay de ellos como los protagonizados por aquellos cortadores de otro tiempo que ponen en marcha la actividad citada.
Pero el cometido de este comentario no es otro que aupar y animar en su justa medida a cuantos dedican sus esfuerzos a llevar y acercar esta versión de la Tauromaquia hacia los espectadores, y entre ellos se encuentran empresas del tipo Toropasión, ya introducidas en el mundo taurino con esfuerzo notable, interés y profesionalidad, cuidando, criando y transportando reses bravas, siempre de extraordinario trapío, por todos aquellos sitios en donde se les requiere.
Tororecorte, la empresa que gerencia un hombre que fue torero en sus años más jóvenes como José María Vivas, nos ha enviado unas fotografías a modo de ejemplo de su actividad en Candeleda y Nava de la Asunción, los dos últimos sitios en donde han dado su espectáculo taurino. Los retratos están hechos por Daniel Vara.
Ahora que se cierra ya la temporada y que de nuevo la programación de un año próximo se impone, la preparación de números, la innovación en las presentaciones, la organización en una palabra con criterio, con las miras puestas en el público que paga la entrada y accede al recinto taurino, teniendo siempre en cuenta el trapío y presentación de los toros, es momento de hacer balance, analizar resultados, cotejar ideas y buscar la forma de conseguir que un espectáculo atrayente y sincero lleve de nuevo la pasión de los toros a un tendido, a una calle, a un pueblo o simplemente al corazón de un aficionado.
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