Anda César Mata, polifacético personaje y amigo, dedicado a su profesión de abogado llevando, defendiendo y ejerciendo en causas taurinas y toreras, aparte de otras de carácter civil y penal, con la toga puesta, desde su despacho y oficina vallisoletana en la plaza de los arces, pensando en su próxima camada. Y todo porque en los tiempos de ocio y disfrute se dedica a ejercer de ganadero de reses bravas en las tierras tudelanas de la «Paradilla», en la planicie de «la Churrería» y casi a la abrigada de la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios.
De toda la vida, la tierra de Tudela de Duero ha sido elegida por su adecuado enclave ganadero de reses de lidia debido a su orografía y mancha verde pinariega, tal y como demostró en la historia la familia Presencio. Por cierto, íntimo y buen amigo de Tertulino Fernández Reinero, el ganadero tordesillano, cuyos toros alcanzaron fama y singularidad.
Se ve que la amistad de tudelanos y tordesillanos ha estado ligada a la Fiesta de toros, con mucha propiedad y mejor arraigo.
Algo así me pasa con César Mata Martín, descendiente de Cuéllar y afincado en Valladolid, desde que lo conozco en estas lides taurinas de andar de acá para allá con informaciones dedicadas a la Fiesta de toros.
El hombre empezó su andadura agropecuaria, por aquello de dejar de ser granjero moderno y dedicar su tiempo y dinero a la afición taurina, al adquirir una partida de vacas parladeñas de Vistahermosa, del origen Escudero de Cortos y un semental de López Chaves. Así empezó todo: El hierro, la quinta, las instalaciones, las vacas, los papeles, el semental, el esfuerzo, las ganas y la afición.
Ahora cuando ya han madurado membrillos y acerolos, han pasado los santos y llegan las primeras nieblas que envuelven a los animales y plantas en el silencio, solo roto por reburdeos y pitos, la nueva camada va a ponerse a punto para la temporada que espera ahí, a la vuelta de la esquina paciendo el verde y rumiando estrellas. Erales de 2016 en los que César tiene depositada su ilusión y paciencia y a los que ha retratado y colocado en un blog cibernético para que cuantos lo deseen miren y vean.
Toros de Tierz, como él mismo dice, es «un humilde proyecto hecho realidad en el que se dan cita mi afición a los toros, y mi reconocimiento a todas las personas, familia y amigos, con los que puedo compartir las faenas camperas alrededor de la vida de la vacada».
Esta ganadería debutó sin caballos hace seis años en Valladolid, en una de las novilladas nocturnas veraniegas en el Coso del paseo de Zorrilla, lidiada por Millán, Pereira y Juan Cervera. La verdad que con tan solo atención discreta aunque esperanzadora; al menos a mí así me lo pareció, porque no todos los comienzos son de vino y rosas.
Toros de Tierz, nombre evocador y singular para un ganado bravo que cuida César Mata, dedicando trabajo y recursos, medios y esfuerzos, a fin de mantener encendido ese pábilo que no debe nunca apagarse de la afición a los toros.
Suerte, ganadero, que ya tienes ahí el comienzo de la temporada.
Fotos: Felipe ROMERO/ Archivo Federación taurina Valladolid
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