La corrida mixta de esta tarde en el histórico coso del Carmen de Medina de Rioseco ha tenido pasajes demasiado largos, exageradamente pausados, de tal forma que duró algo más de tres horas de reloj y acabó cuando ya los focos artificiales hacían titilar los trajes de luces de los matadores y del novillero alumno de la Escuela Taurina de Rioseco, Cristian González, que han intervenido en el festejo, mientras un vientecillo desapacible cerraba la tarde con fresco más que desagradable.
La espera para iniciar el paseíllo un despropósito, pues vimos dos paseíllos en uno. Primero, ante la tardanza por no aparecer el rejoneador, y tras varios minutos de espera de las cuadrillas formadas, éste arrancó sin la presencia de uno de los intervinientes. Terminado el paseíllo de los toreros de a pie, salen por la puerta de cuadrillas el rejoneador y sus subalternos, desfilando hasta la presidencia en el siguiente. La demora se haría excesiva también en la suelta del 5º de la tarde que se quedó en la manga de chiqueros y no había forma de que saliera al ruedo.
Otro desatino visto fue el brindis del caballero rejoneador a dos de los de luces de esta tarde, Finito y Uceda, dejando al margen al novillero, cuando lo profesional es brindar a la terna, sin hacer de menos a ningún participante. Y en el sexto Uceda se lo brindó a su compañero Finito, olvidando al rejoneador y al mismo novillero. En fin, una tarde de despropósitos más que evidentes. Pero vamos al festejo en sí que para eso nos acreditó la organización conformada por José Antón y el Ayuntamiento de Rioseco.
Hoy la hondura y gracia en Finito de Córdoba ha sido vista tan solo en un par de series sobre la mano izquierda ante el bravo toro de Castillejo de Huebra, lidiado en quinto lugar, pues en su primero el cordobés nacido en Sabadell anduvo desconfiado y dando además un sainete con la espada y el descabello. Sin embargo ante el quinto su faena estuvo mucho más lucida por temple y compostura, sacando leche de un botijo como se dice en el argot, ante el toro tardo en salir del chiquero y que cuando salió lo hizo muy mermado de fuerza.
Uceda Leal fue el triunfador de la tarde al desorejar a sus dos enemigos. Al tercero al que llevó al caballo en dos ocasiones le instrumentó una faena emotiva, mandona y con mucho gusto, aplaudida por el público y rubricada con un pinchazo arriba y una entera que dio muerte de bravo al ejemplar de Castillejo de Huebra. En el sexto, alargó en demasía la faena, pues al torero se le veía a gusto y como el toro respondió a su mando y cites, recibió otra oreja tras finiquitar a su enemigo.
El rejoneador Sebastián Fernández, que actuó abriendo plaza y en cuarto lugar, estuvo muy bien con sus cabalgaduras, clavando al estribo, arriba, el rejón de castigo y bien ejecutada la suerte de banderillas, a una mano. Con las cortas precedieron al rejón de muerte que no caló en el animal, precisando de varios intentos y descabellos, hasta que despenó al toro. En el cuarto estuvo muy bien y digno, clavando a la grupa, pero también falló con los rejones de muerte, debiendo echar pie a tierra para finiquitar al de Castillejo. Algunos pañuelos pidieron la oreja que no se le concedió, dando una vuelta al ruedo por su cuenta.
El alumno de la Escuela taurina de Rioseco, Cristian González, natural de Olmedo, estuvo con ganas ante el eral de la misma ganadería, recibiéndolo con un larga de rodillas en el tercio. Y aunque al muchacho se le nota principiante, con poco bagaje de profesión ejercida, sus ganas, valentía y su esfuerzo quedaron muy por encima en esta tarde noche de toros en Rioseco. Su labor, brindada al cielo, y entrega fueron premiadas con la oreja del bravo burel que paseó orgulloso.
Acabó San Juan y dejamos Rioseco y a buenos amigos en la Ciudad de los Almirantes no sin saludar siempre con afecto al alcalde David Esteban, al jinete caballista Perrote que además es el correllaves de la plaza de Valladolid, a José Ángel Gallego que se incorpora al trabajo en breve tras el paréntesis paternal y a Nabil el médico que se desvive en la atención sanitaria a cualquier percance que surja durante la lidia. Por lo demás, largo muy largo me lo fiais, pero Rioseco siempre estará en nuestro corazón y la hermosa, restaurada y aseada plaza del Carmen más todavía.
FICHA DE LA CORRIDA:
Plaza de toros de Medina de Rioseco (Valladolid). Corrida de toros mixta. Unos 1.200 espectadores.
6 Toros y un novillo de Castillejo de Huebra, bravos y nobles, aplaudidos en el arrastre, excepto el segundo, manso y rebrincado.
El rejoneador Sebastián Fernández, silencio y vuelta.
Finito de Córdoba, silencio y ovación.
Uceda Leal, oreja en ambos.
El novillero Cristian González, oreja.
Fotografías: José FERMÍN Rodríguez
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