La tierra de Valladolid ha sido siempre criadora de toros bravos con cierto predicamento e importancia. En el segundo de los Tentaderos celebrados para el concurso «Ciudad de los almirantes», la finca el Refugio abrió sus puertas para acoger a novilleros y aficionados en su coqueta plaza de tientas, perfectamente compactada, arreglada, pintada y con superior drenaje. Cerca de allí en uno de los cuarteles pastaba acompañada de los bueyes una novillada bien presentada, intacta, prácticamente hecha ya para redondearla y lidiarla en cualquiera de las importantes ferias de la comunidad. Los novillos, cuajados y con trapío más que espectacular como se acredita en las fotografías que se acompañan conforman un encierro más que interesante para poder ser lidiado esta misma temporada.
Utreros lustrosos, bien proporcionados y con aspecto de bravos del encaste Domecq Solís, vía La Palmosilla, con divisa azul añil y verde botella, pacían tranquilamente en el cercado destinado al efecto. Mientras tanto su propietario Jesús Pérez Carbonero como su mayoral Marco Antonio García nos mostraron el producto de su punta de ganado en la que tienen depositada su confianza. Recuérdese que la sangre brava de reses orejisanas de Brazuelas ya han podido ser lidiadas en Cuéllar no hace tanto tiempo con un resultado más que notable.
Jesús Pérez sigue en su pasión por disponer de unos animales de lidia y en la actualidad pertenece a la Asociación de ganaderos de Lidia de España, confiando plenamente que los aficionados puedan contemplar la evolución, casta, embestidas, nobleza y raza de sus toros. Y los amplios prados de Alcazarén son un buen ejemplo de cuando decimos.
Son reses de reciente crianza y constitución pues no en balde esa finca de El Refugio de Alcazarén fue adquirida por el ganadero a quien fuera torero de ayer y de Mojados Clemente Castro «Luguillano», el padre de David y hermano de Santiago Castro, toreros de todos ellos de dinastía.
El trabajo y esfuerzo de este joven ganadero vallisoletano, cuyo hierro ha sido incorporado hace pocos años a la Asociación de Ganaderos de Lidia, empieza a dar sus frutos y bueno es conocerlos.
En las fotografías de José FERMÍN Rodríguez algunos de los ejemplares de Brazuelas, propiedad del ganadero Jesús Pérez.
Maria dice
Pues es así le deso toda la suerte yo vi esa novillada en cuellar salieron de los corrales sin dar muestra de cansancio alguno y en la plaza su comportamiento de nobleza se demostró