Buena tarde noche, aunque fuera lloviera, pasaron todos cuantos asistieron y llenaron el salón de actos en la Casa Consistorial de Rueda a la puesta de largo de la Asociación taurina «Villa de Rueda» que preside Pablo Álvarez y cuyos miembros, simpatizantes y componentes pertenecen a localidades cercanas como La Seca, Tordesillas, Rodilana y la misma Rueda. A plaza llena como vulgarmente se dice se celebró este acto cultural taurino en el que la ausencia de José María Vivas por un imponderable clínico, sería sustituido por Ramón Rey, un financiero afincado en Arroyo que moderó la mesa. A su lado intervinieron sucesivamente y por orden de alternativa, Javier Fernández, pedrajero, aficionado y miembro del colectivo de Presidentes de plazas de toros; el ganadero tudelano Luis Antonio Rodríguez «Taru»; el diestro Damián Castaño y el cortador de Vezdemarbán Víctor Holgado.
Tras la presentación del acto hecha por José Antonio Rico, miembro de la Peña y la intervención académica del moderador, el Taru, un ganadero que ha adquirido en estos momentos prácticamente todos los toros de la ganadería jienense de Jiménez Pasquau, abrió plaza. Taru fue muy claro en su intervención respecto al precio del toro en cuanto al costo que supone para los ganaderos. «Hoy un toro vale lo mismo que hace treinta años y tal vez algo menos. Sin embargo, los costes de cría, saneamientos y alimentación se han disparado». Mostró su orgullo personal por haber sido el primer ganadero de Castilla y León que ha traído los toros del cajón a esta tierra, dedicando buena parte de su afición a la atención de estos menesteres y dejó clara la afición y el sentimiento que tiene por su profesión de la que se siente muy orgulloso.
Javier Fernández, el estupendo aficionado de Pedrajas, lamentó la desaparición de muchos encastes porque las figuras, los toreros gustan de torear el toro Domecq, en vez de otros más ásperos, duros y complicados. Habló también de la crisis en la que en estos momentos se encuentra el mundo de los toros y exhibiendo en su mano el libro ganadero de la Unión de ganaderos de toros de lidia que recoge en su contenido la relación de 450 ganaderías, destacó que «sobran 250 por lo menos».
El maestro Damián Castaño, desde que tomó la alternativa en Gijón, toreó cuatro corridas de toros y en todas ellas abrió la puerta grande no las de los carros, en aquel dicho viejo, académico y antiguo que «Salir por la puerta grande» en su origen primitivo se refería a los estudiantes que aprobaban la defensa de la tesis y que eran sacados por una puerta grande, mientras que » Salir por la puerta de los carros» era la puerta pequeña por la que salían los que no aprobaban. Damián ha aprobado cum laude en su profesión y anoche lo demostró en su intervención ponderada, destacada y reconocida especialmente a la figura de su compañero el torero madrileño José Tomás al que se refirió uno de los tertulianos de forma poco acertada, crítica e injusta. Similar reconocimiento de su figura y el significado que aporta en la Tauromaquia hizo el ganadero «Taru».
Por último tomó la palabra para explicar los cortes, quiebros y cites de verdad ante la cara de un toro el muchacho de Vezdemarbán Víctor Holgado, un especialista en este campo del corte de toros que ha elevado a la máxima categoría junto con otros compañeros la suerte del corte a cuerpo limpio de los toros en puntas. Víctor destacó que desde los dieciséis años se dedicaba a ir por los pueblos y después de ver cómo algunos de sus maestros cortaban los toros, él entró en esta más que profesión, especialidad del toreo popular. Recordó con emoción y cariño aquel día en el toro del alba de Medina del Campo, cuando él solo en la plaza le dio tres cortes que hizo prorrumpir en aplausos al público que llenaba el coso del Arrabal durante más de dos minutos de ovación. «Sin embargo ahora, quizás debido a las redes sociales y a la búsqueda de popularidad hay muchos que están esperando dar un corte al toro para colgar su hazaña en la web o tuitearla». Abogó porque el corte al toro se haga limpio, en el centro del ruedo, no en las tablas, y con ventaja del cortador.
Un rato agradable y de sinceridad sobre todo cuando se juntan las personas que aman los toros en cualquiera de las modalidades en que se lidian, bien en las calles, bien en las plazas, el pasado en Rueda. Tras el acto, todos los asistentes acudieron al restaurante de El Arenal en donde se sirvió un vino español, se brindó por los toros y se deseó ventura y éxito a esta nueva asociación cultural taurina de la villa rodense.
Fotos: Fermín Rodríguez
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