A pocos días vista, siete tan solo, el Coso del Paseo de Zorrilla se vestirá de gala y antología por ver a dos toreros sevillanos, uno en sazón, señorial, maestro consagrado, roto, elevado a la dignidad principal del bello arte de torear, nacido torero y mundo en plenitud, frente a otro, joven, tranquilo, sin prisas, espacioso, arte de calma y lentitud por oficio, que vienen a dilucidar no solo un trono, pues eso lleva más tiempo de la cuenta y examen tarde a tarde, sino a exponer al público vallisoletano y a sus seguidores que los veneran si el duende, el crujido de huesos, la estética, el temple y la maravilla radica en estos personajes, toreros por la gracia de Dios.
Ellos son José Antonio Morante de la Puebla, afable y sonriente, tranquilo y fumador, y Pablo Aguado, frágil y clásico, aventajado torero de Ponce y él. Ambos se enfrentan a un encierro de Juan Pedro, heredero de quien buscaba un toro bravo, enclasado y con ritmo, que es lo verdaderamente difícil. Él lo logró y por eso su ganadería ha dado tardes históricas a los toreros y a la afición en las plazas más importantes.
Puestos están los ingredientes en el plato de un coso taurino como el vallisoletano que tanto apuesta por los toreros y sus artísticas faenas, dándoles el protagonismo mayor que a cualquier otro elemento de la lidia. La empresa de Valladolid, como chef entendido, tiene un plato de gusto para todos cuantos asistan ese día a la gran corrida anunciada del mano a mano, de donde saldrá uno u otro, o los dos, vencedores o vencidos, convencidos en todo caso de la importancia que estas atrayentes puestas en escena otorgan a una fiesta necesitada de raza, pureza, emoción y sentido del toreo.
La Feria de Nuestra Señora de San Lorenzo llama un año más a la puerta del histórico y mudéjar coso del Paseo de Zorrilla vallisoletano pues en él dos sevillanos se acercarán vestidos de luces y entrega, por bulerías, a mostrar a esta tierra austera y dura la belleza del arte de torear en la maestranza castellana de Pacomio Peribáñez.
Con ganas, esperanza y emoción se les aguarda.
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