«Yo he de ir,yo de ir a los toros de Valladolid!… Tú no vas, tú no vas a los toros de San Sebastián«. Nunca el rimado popular tuvo más vigencia que en estos precisos momentos. La canción más de una vez tatareada en saraos, meriendas y reuniones de amigos en donde se decía que íbamos a ver a esa chica rubia que dicen tenemos en Valladolid, completaba una jocosa cancioncilla que se extiende por muchos lugares de nuestra tierra todavía. Y aquí en Valladolid, la cuna de Castilla con el permiso de Burgos, la Feria abre sus puertas de par en par en honor de Nuestra Señora de San Lorenzo. Seis festejos taurinos reglamentados abriendo boca una novillada de promoción, sin picadores, y cinco corridas de toros, son el serial que VALTAURO ha puesto en marcha esta temporada en el coso del paseo de Zorrilla.
Aquí mismo, al lado, en el banner tienen el dossier completo y exhaustivo de la feria con los espadas, cuadrillas, toros y toreros, precios de localidades, fomento informativo en una palabra a cargo de la actual empresa que lleva a efecto esta llamada al aficionado y, por supuesto, al público en general.
Hoy día en que es fácil y rápido el desplazamiento, raro será que «los de los pueblos», como nos decían cuando llegábamos a la capital en el autobús de la línea, no acudan a contemplar el juego de los toros en el histórico, acogedor y sereno coso del paseo de Zorrilla.
Hay una oportunidad única esta temporada que con buen criterio empresarial se puso en marcha en anteriores ediciones para que los jóvenes puedan disfrutar de la feria por un módico precio, la conozcan en toda su intensidad y la incorporen a sus vidas. Tanto es así que el abono para todas las corridas se ha cifrado en cincuenta euros en el tendido joven. La gente joven es vivero para la pervivencia de la fiesta.
La Feria se abre con una novillada sin caballos en la que se lidiarán reses de los hermanos García Jiménez para José Ruiz; Alberto Escudero y Fernando Plaza. Los tres ya intervinieron en la clasificatoria allá por el mes de mayo. Por eso este festejo se llama de promoción, de búsqueda de nueva savia para la fiesta. Nuevos chicos que se incorporan a ese catálogo de diestros toreros que quieren tener a la Tauromaquia en el centro de su propia vida. Ellos son el futuro de la fiesta, sin duda alguna. Y mientras haya sucesores, los toros gozarán de buena salud.
Muchos aspectos se han tenido en cuenta para que la canción siga teniendo validez plena, autenticidad vital y apego a lo nuestro y a la tradición tan magnífica, heredada de sus mayores, que es la fiesta de toros. Por eso y por otras muchas razones, hay que ir a los toros de Valladolid.
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