Se han celebrado en Valladolid las jornadas técnicas para veterinarios taurinos, organizadas por el Colegio de veterinarios que preside Luis Alberto Delgado. Con el sugestivo título «Del raso de Portillo a la camarga francesa» los diversos ponentes anunciados han puesto sobre la mesa durante los días 25, 26 y 27 de abril distintos aspectos relacionados con la actividad particularísima de los denominados veterinarios taurinos, hombres y mujeres que dedican su trabajo y aplican su conocimiento a la fiesta de los toros.
Muchos ponentes explicaron fórmulas de cómo actúan estos servicios en Francia, como por ejemplo la que estuvo a cargo de Gerard Bourdeau, presidente de la Asociación de veterinarios franceses o la nueva técnica para determinar el afeitado en el toro de lidia a cargo de Tierry Dhenin, profesor de veterinaria de Alfort. También hubo una mesa redonda con la participación de diversos veterinarios de plazas de toros de Valladolid.
En suma unas jornadas técnicas para explicar a los profesionales los diferentes aspectos en los que deben afrontar su trabajo en día de toros.
Bien es verdad que nadie destacó por qué en las distintas fiestas taurinas deben darse los protocolos firmantes de los servicios veterinarios para muchas empresas costosos. Así si en una localidad hay diversos días de toros, unos por la mañana con el encierro; otros por la capea de mediodía, otros más en la corrida y otros en los toros corridos dentro de la misma jornada, el equipo veterinario actúa reiteradamente cobrando sus emolumentos lógicos colegiales y de servicio, al individualizarse cada festejo y no tener en cuenta incluso dentro del mismo ciclo de festejos que abarcan todos y cada uno de los momentos en que un toro bravo se suelta a la calle o a una plaza para entretenimiento de la afición que a la postre es quien mantiene esta actividad.
Al final de todas estas jornadas se reunieron en alegre compañía en la finca de los toros Taru para compartir el pan y la sal de una jornada taurina campera en la que intervinieron los diestros Miguel Abellán y Javier Herrero. Su propietario Antonio Rodríguez «Taru» explicó también el amaestramiento de los cabestros para el manejo de los toros.
Fotos: José SALVADOR.
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