Hoy es el chupinazo en Pamplona y mañana San Fermín, la fiesta icónica por excelencia en el calendario festivo tradicional. Vuelve el juego con el toro en el abarrotado coso taurino donde directamente entrarán por la tarde, abonando su entrada, a la monumental de Pamplona doscientas mil personas y otras tantas abarrotarán desde primeras horas de la mañana la llegada de los toros en el encierro. Los racimos de personas aupadas en balcones mirando, o corriendo sin ver, o sintiendo el bufido de los toros en sus riñones copan en gran medida una manifestación popular y espontánea que no convoca ningún partido, ni condiciona cualquiera de las bien programadas asociaciones animalistas, a cuyos componentes se les oye rechinar los dientes y malgastar tiempo y dinero en una cruzada más parecida a tabarra infantil que en una muestra más de razón y fe.
Mañana es San Fermín, el santo torero de julio que abre las puertas de Pamplona con la llave de la libertad y de la tradición, a cuya memoria, no se olvide, los navarros y todos los españoles rinden pleitesía de respeto y gratitud. Es un santo cristiano, como la fiesta de toros, incardinada en lo más hondo de cada aficionado, de cada habitante, de cada uno de nosotros.
Es hora que el sector levante la voz pues hasta ahora poco hace contra la manipulación política, y falta de respeto a la tauromaquia por parte de los medios de comunicación.
A partir de mañana, veremos como la RTVE, ocupará tiempo en los encierros y ni una triste reseña de lo que ocurre en el ruedo, cuando ayer en la novillada tres cuartos de plaza estuvieron pendientes de un festejo taurino. Por tanto, es hora de reivindicar la información taurina para que los medios sean el escaparate de su difusión, pero sobre todo, cada uno de nosotros con los instrumentos que tenemos a mano.
Ahora y en estos momentos, gracias a la Fundación del Toro de Lidia algunas cosas se ponen, negro sobre blanco, se reivindica la Tauromaquia y se defiende pese a tantas cortapisas y desencuentros que alberga en su mismo seno. Ahí están las figuras de Chapu Apaolaza o de Victorino Martín o de Cristina Sánchez izando la bandera de la reivindicación taurina. Solo queda ya que todo el sector, absolutamente todo él entero y verdadero, dé el paso adelante y reivindique lo que es de todos.
San Fermín, vuelve, un año más, a llenar Pamplona de alegría y tradición taurina.
Foto: Pedro Armestre
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