Un 13 de Mayo de 1961 se convirtió en matador de toros en la plaza de las Ventas Santiago Martín «El Viti», recibiendo la alternativa de manos de Gregorio Sánchez, padrino de ceremonia, y Diego Puerta como testigo, ante toros de otro popular salmantino, Alipio Pérez Tabernero.
Los recordatorios siempre son buenos para que refresquen la memoria de aquellos que dieron y dedicaron su vida por la causa de la Tauromaquia. Y Santiago Martín, el Viti, es uno de los personajes señeros que aún hoy, siempre que las circunstancias se lo permiten, acude a los sitios donde le llaman para exponer con verbo culto y pulido, tranquilo, pausado y preciso, tal y como hacía cuando fue torero en activo, sus recuerdos y experiencias ante la cara de los toros.
Santiago Martín es uno de los lígrimos charros, tal y como gusta calificar a su biógrafo Francisco Cañamero cuando se dirige a uno de los significativos personajes que ha dado la tierra de Salamanca y así, en el libro «Santiago Martín, la leyenda» donde se recoge su vida, su actuación, su pasión y su ofrenda a la posteridad de la Tauromaquia, hace que la actuación impagable de este hombre sea una de las egregias figuras actuales vivas de la fiesta de toros. Sus ojos vieron y sus oídos oyeron lo que su lengua proclama con sosiego y pausa.
Medio siglo largo después de aquella efeméride, Santiago sigue en el recuerdo de muchos aficionados que le vieron actuar en los cosos de España, haciendo bandera de seriedad, aplomo, temple y gracia señera, sabiendo estar y sabiéndose comportar siempre con sencillez de un hombre que en estos momentos está muy por encima, como uno de los doctores de la santa madre Tauromaquia.
Hoy desde su pedestal en la plaza de la Glorieta de Salamanca saluda tranquilo a todos los aficionados, dando acceso e invitando a todos a pasar a este templo taurino de primer orden en el circuito, día de San Pedro Regalado, «de la Aguilera, préstame tu sombrerillo que el sol me quema», patrón de los toreros. Santiago Martín une a los aficionados en un abrazo singular al cumplirse nada menos que cincuenta y tres años de su alternativa. Toda una vida, todo un esfuerzo, toda una pasión.
Fotos: José FERMÍN RODRÍGUEZ
Deja una respuesta